jueves, 8 de julio de 2010

Invernaderos: continúan recomendándoles innovación - siguen sin expectativas de rentabilidad

Finalizada totalmente la campaña agrícola 2009-2010 el balance general para los agricultores depende de zonas y de fechas de recolección como de costumbre, pero podemos afirmar que los cultivos donde se ha alcanzado una rentabilidad aceptable, es en los cultivos otoñales de ciclo tardío, cambiándose la tendencia negativa respecto a fechas anteriores al final del año 2009.
Se ha observado como la rentabilidad de tomate y pimiento recolectado entre finales de Diciembre de 2009 y finales de Febrero de 2009 ha alcanzado buenos precios, probablemente ayudados por las condiciones meteorológicas especialmente desfavorables de este invierno. Debido a que varían por zonas las fechas de máxima producción para tomate y pimiento (mayoritarios en la agricultura protegida del sureste español), han sido algunas zonas geográficas las que han obtenido una buena rentabilidad. En el caso concreto de Almería, estaríamos hablando de la parte más oriental de la comarca Poniente de Almería (comprendida por Roquetas de Mar y Vícar), y respecto al centro y levante de la provincia, las zonas productoras de tomate han obtenido muy buenos precios, a excepción de la zona interior de la comarca de Níjar, que no tiene habitualmente su pico de producción en las fechas referidas.
Respecto a los ciclos de primavera (melón y sandía), hay que señalar que los precios obtenidos por los productores no han sido satisfactorios ni de lejos. Las inclemencias del tiempo no dejaron que se obtuviesen ni las producciones ni los precios necesarios que diesen rentabilidad a los cultivos de primavera tempranos, y las malas condiciones meteorológicas de la primavera tardía en toda Europa tampoco propiciaron una buena demanda para la fruta tardía (producida a partir de Junio).
Esto, unido al carácter especulativo de este mercado primaveral de melón y sandía, y la necesidad de financiación de los grandes distribuidores de fruta ha hecho que el precio obtenido por el agricultor haya sido muy bajo, independientemente de que el precio de distribución o venta final haya alcanzado los niveles habituales o mayores a los de todos los años, para así asegurar la financiación y el beneficio de las grandes plataformas.
En esta situación de diversidad en cuanto a la rentabilidad, con muchas explotaciones que no han alcanzado los umbrales mínimos de beneficio, las autoridades como la Junta Andalucía, bien directamente o a través de distintos organismos como el IFAPA, o a través de asociaciones de productores como COEXPHAL o instituciones de transferencia de conocimiento como la Fundación Cajamarcontinúan recomendando a los productores que inviertan en innovación y mejora de sus explotaciones, ¡¡afirmando incluso en alguna portada de revista que este es el camino para superar la crisis!!, cuando las expectativas de retorno de esas inversiones son mínimas para el agricultor debido al poco control sobre el mercado de frutas y hortalizas que tiene el sector productor de la zona.
El factor precio sigue sin estar en las manos de los agricultores, y esto dificulta la inversión que sería necesaria para competir en calidad, y agranda aún más la falta de seguridad en la continuidad y rentabilidad de muchas explotaciones de agricultura intensiva bajo abrigo en el sureste español.

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