lunes, 6 de junio de 2011

"Democracia real"

Ahora que ha pasado un tiempo y que empiezan las críticas fuertes, conta el movimiento de “Los Indignados”, quiero poner mi granito de arena en favor de este movimiento.

Empezaré diciendo que ha sido un movimiento que nos ha hecho ver a algunos que esto tiene solución, que la sociedad española no estaba tan muerta como nos imaginábamos, no era normal que en un país en el que se estaba rozando los cinco millones de parados, donde casi la mitad de los jóvenes no encontraba trabajo, donde se perdían prestaciones sociales básicas, donde los españoles perdían su casa y seguían pagando al banco por la hipoteca no pasara nada y aparece el movimiento y la gente sale a la calle; aunque sólo fuera por eso, yo creo que esto no puede acabar sin más. Estoy de acuerdo con que hay algunos perjudicados y que en este movimiento habrá indesaebles pero hay muchísimos deseables que la sociedad necesita.

Empecemos por el nombre “Democracia real” en España, bajo mi opinión personal, se ha pasado de la dictadura de un señor a la dictadura de dos partidos políticos, que tienen una democracia que está a su servicio y que controlan todo. En España no elegimos al Presidente del Gobierno, ni al presidente de la Comunidad Autónoma, ni al de la diputación provincial, ni al alcalde; elegimos a unos diputados o a unos concejales que son los que los eligen, muchas veces sin tener en cuenta lo que la gente a votado. Un amigo me decía en Españo decimos a quien no queremos nunca a quién queremos, por lo que ha llegado el momento que los máximos representantes de los municipios, autonomías y Estado sean elegidos directamente por los ciudadanos, como lo son en Francia o en Estados Unidos. Siguiendo con este planteamiento en las elecciones tenemos que votar los que nos proponen los partidos y a todos sin poder decir quien queremos que sean nuestros representantes; los partidos políticos nos podrían proponer unos candidatos, pero deberíamos ser nosotros los que dijéramos quienes de los que nos proponen nos parecen mejores, por lo que el primero, segundo, tercer, etc., de la lista la diríamos nosotros; esto lo podemos ver un poco en las listas del Senado y todos sabemos de la inutilidad de este estamento y de la poca importancia que se le da a su elección.

Hay otros muchos puntos a tratar, excesivos cargos públicos, la no separación de poderes, las agencias de colocación en la que se han convertido los partidos políticos, los asesores, las empresas públicas, el despilfarro de las administraciones, pero creo que como inicio de un debate lo dicho puede ser suficiente, para empezar.

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