martes, 23 de diciembre de 2008

EN UN PAIS MULTICOLOR

Después de una época en la que los perros se ataban con longaniza, el más tonto hacia relojes suizos y todos medraban en la Moncloa, ahora ciencia y sabiduría, ahora un estatut, ahora una deuda histórica, ahora un ave, ahora un trus. Llego la época de la recesión, del enfriamiento, de la crisis, de la moderación que por muchos nombres se la conoció.
Alarmados con que la crisis destruyera el mundo de yupi creado, el presidente cetape, reunió a sus caballeros (los mismos de la juerga del sábado noche) y les pidió soluciones.
Solves que más parecía un buda bonachón que un maestro Jedi; acertó a explicar su plan; es muy simple, dijo a cetape; se trata de financiar a los bancos con 30-50.000 millones y con 100.000 millones los avalamos.
Cetape estaba maravillado; es genial, dijo al fin. Tan entusiasmados estaban que olvidaron cerrar la puerta y una voz, que parecía la de la señora de la limpieza, repuso desde otra estancia ¿Quién se creerán estos que van a pagar ese dinero?.
El presidente dirigió su mirada inquisidora a Sol-ves. Este, sin mucho penar, le dijo; hacemos deuda pública, vendemos la deuda pública y con lo que nos den, pagamos lo que vamos a darle a los bancos; ves que listo soy, he cuadriculado el cuadrado (o como se diga).
Oye Solves, dijo alguien, que a todas luces no estaba invitado a la reunión; y ¿Quién comprara la deuda?, pues los bancos dijo Solves enfadado, quien si no. El presidente con una mirada de soslayo quiso pulverizar al incordio preguntón. Pero este mas por desesperanza que por querer poner en la cuerda floja su cargo, acertó a decir por lo bajini “pero no eran los bancos los que estaban mal y eran a los que teníamos que salvar”.
El plan se puso en marcha y el ejecutivo dirigido por cetape comenzó a dar dinero a los banco, no porque hubiera vendido la deuda pública, sino porque la vendería. En el pesoePais un periódico que no podía considerarse contrario al régimen cetapeista no tenia claro “si el dinero servirá para dar más créditos o para hacer frente a los vencimientos de deuda pasada” (la deuda de los bancos); pero si cetape no hacía caso a los que eran contrarios a su régimen, para que leer los que endiosaban su ego.
En el país multicolor, los únicos felices eran los bancos; su presidente, un tal villasante, decía “…el acceso ilimitado a la financiación, son 'adecuadas y necesarias' “ y la banca agradecia a cetape su gesto con noticias de que iba a prestar tanto o cuánto dinero a los empresarios y las familias ¡ey¡ yupi¡¡¡; aunque como toda buena leyenda urbana, nadie nunca un euro. Soves en un ejercicio del circo del sol y tras haber repartido unos 12.000 millones de euros hablaba de éxito del plan. Y es que no hay mayor ciego que el que no quiere ver.

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