lunes, 8 de diciembre de 2008

LA TRAZABILIDAD DE LOS IMPUESTOS

Juan José Me ha mandado este artículo, espero que lo leais y deis vuestra opinión
Concepto:
Según el Comité de Seguridad Alimentaria de AECOC:
“Se entiende como trazabilidad aquellos procedimientos preestablecidos y autosuficientes que permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo de la cadena de suministros en un momento dado, a través de unas herramientas determinadas.”
En otras palabras, se trata de conocer con detalle toda la historia del producto alimentario, desde su producción hasta su venta al consumidor.
Un ejemplo ilustrativo, que aqui en Almería es muy cercano: La trazabilidad del tomate: mediante un sistema informático, el consumidor final (p.e. un Sr/Sra. en Alemania) podría conocer toda la vida y procesos por los que ha pasado el tomate que compra en el Super. Desde que empresa produjo la simiente, que agricultor la compró y plató, a que tratamiento fitosanitario fue sometida la planta para evitar las plagas, con que productos se abonó, en que fechas se produjo todo lo anterior, en que fecha se recolectó, a que alhondiga se llevó y en que lote fue vendido ... así hasta este consumidor del Super.
Ver Video demostrativo:
http://www.gestiontrazabilidad.com/video_trazabilidad.php
Propuesta:
Los ciudadanos no dejamos de ser meros "consumidores" de los productos que pagamos con nuestros impuestos. Todos utilizamos (o, permitanme la comparación, "consumimos") los servicios públicos (sanidad, cultura, etc...), las infraestructuras (autovias, tren, avión ...) o incluso subvencionamos con nuestros impuestos actividades de todo tipo (ONGs, sindicatos, ayudas a empresas privadas, etc...).
¿Sería posible realizar un sistema informático-administrativo que recogiese, de forma análoga a la trazabilidad del tomate, porqué instituciones o "manos" pasan los impuestos que pagamos?
No es necesario identificar que gota de agua del Rio Ebro pertenece a su afluente, el Rio Ega. Me conformo con conocer los "caminos" o vias por donde han transitado los impuestos, o que "mar" o lago ha ido a llenar. Creo que la comparación es obvia. Mi interés radica en conocer, de cada partida presupuestaria: quien ha liberado el dinero, quien lo ha recepcionado, y una vez recibido en que se ha invertido. Todo ello con los nombres de las personas o entidades responsables de gestionar este dinero público.
Entelequia: (Del latín "entelechia", y éste del griego "entelécheia")
I. En la filosofía de Aristóteles, fin u objetivo de una actividad que la completa y la perfecciona.
II. Cosa irreal o fantástica.
Esta propuesta, como las acepciones de "entelequia" tiene dos caminos:
I. Convertirse en un fin u objetivo que llegue a la perfección.
No es del todo imposible, dado que los medios técnicos estan a nuestra disposición y además en pleno funcionamiento (como se ve en el video demostrativo). Llevar esta idea al campo de la gestión de las Administraciones Públicas tampoco es dificil ni complicado, de hecho ya están en marcha conceptos como: "firma electrónica", "ventanilla virtual" o "voto electrónico". Si confiamos en que el sistema informático es válido para gestionar aspectos cotidianos, como la banca por internet, las comparas on-line ¿sería muy aventurado pensar que el gestor de un Ayto. que recibe una partida prespuestaria, diese su "firma electrónica" y quedase registrada en una web, donde el consumidor-contribuyente puediera consultar cuanto dinero ha sido destinado, por ejemplo, a dotación de un Polideportivo en ese Municipio?
Pero quede claro que no solo se trata de información, (en muchos casos, las administraciones dan cuenta de las partidas) sino de detalles mínimos, como saber del responsable (el que firmó la recepción de la partida), que artículos se compraron, a que empresas, etc. Todo ello, en tiempo real, igual que se tiene constancia de los movientos de una tarjeta de credito.
II. Cosa irreal o fantástica.
Es decir pueden seguir las cosas como están, todos ignorantes, los responsables sin dar cuentas de nada, justificandose de cualquier manera y lo que es peor, la justicia brillando por su ausencia, a veces por falta de denuncias, por procesos que se hacen eternos, etc ... En definitiva, es muy posible que siga como lo que es, una entelequia.

4 comentarios:

Benito Ortega dijo...

En general esta idea me parece de sentido común, aunque no sé hasta que punto podría llevarse a cabo... sobre todo si no hay voluntad de los poderes públicos.

Desde luego, hay que poner medios para que el que tenga una responsabilidad pública, la cumpla con eficiencia, transparencia, y cuando sea necesario (caso de los dineros) con la publicidad necesaria.

Por cierto, me gustaría saber quién es Juan José (si no me equivoco Vergel es J. Antonio). Sólo quería saberlo para darle la bienvenida, y no necesito respuesta pública, por supuesto. En cualquier caso, muchas gracias por su aportación y bienvenido al blog.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con que el ciudadano tenga todo el acceso posible a la información de los productos que reembolsa o servicios que consume.
En grandes multinacionales ya existen Sistemas de TRAZABILIDAD que afinan al milimetro, en ellos cada trabajador deja su "rastro" y la compañia sabe hasta el último céntimo de gasto en cada proceso.
Con este sistema, cualquier error se paga, dando explicaciones bien estructuradas y contundentes de quién, como , cuando y donde se produjo el fallo.
La transparencia es casi total.
Creo que las administraciones públicas deberián de instalar, en todo proceso posible, este sistema.
Supervisar con éxito, todo aquello que se cormecializado, todo servicio universal que pretenda ofertarse.
Solo es cuestion de dinero , de voluntad politica y sobre todo de compromiso.

Anónimo dijo...

Hola soy Juan José, me di a conocer el día de la comida en Felíx.

Me parecen acertado el comentario de Esperanto, que con Celdon también coincide en que es necesaria una voluntad política. Creo que efectivamente, ésta es la llave, puesto que el "Jefe de todo esto" será un político.

Mientras que en la empresa privada el "Jefe" se preocupa de que todo vaya bien para ganar más; aquí en "todo esto de la propiedad pública" nadie es dueño, y lo que es peor, parece que todo el mundo se lo cree. Por tanto añadiría que además de voluntad política, sería precisa una gran dosis de concienciación, que abra los ojos para usar y exigir los derechos (*) que otorga el "bien público".

(*) omito hablar de las obligaciones, porque el "bien público" ya se encarga de recordar a los contribuyentes cuales son -> €€€€€.

Benito Ortega dijo...

Reitero mi bienvenida a Juan José. Es una alegría y satisfacción comprobar como poco a poco se va uniendo más gente con interés por hablar de política.

Un abrazo