Hoy Rosa Díez ha contestado preguntas por chat en el Diario Montañés . Como ya se habló en este blog del tema de la laicidad, y sé que hay compañeros a los que el tema les inspira, quisiera traer aquí su respuesta a la visión sobre el Estado laico, porque a mí francamente me ha parecido acertadísima. Resalto en negrita las afirmaciones (o la parte de las mismas) que suscribo 100%
Pregunta: Ciudadana Díez, respeto mucho su defensa de la igualdad de derechos de los españoles pero, ¿no cree que una defensa tan tibia de la laicidad de Estado (no hemos visto casi nada al respecto) o su defensa de la monarquía pueden ser inconsecuentes con la defensa de la igualdad de derechos? ¿Cree que algún día volveremos a ver una izquierda jacobina al antiguo uso en España? Muchas gracias. (Diego)
Respuesta: Defiendo un Estado laico sin ningún tipo de tibieza, aunque dicho sea de paso, no ha sido ese el motivo por el que constiuímos UPyD. La laicidad es la rigurosa separación de poderes entre la Iglesia y el Estado y mi partido en esto es radical, como no podría ser de otra manera. El laicismo es un invento de la Iglesia Católica para evitar que los príncipes nombraran a los Papas allá por el siglo XII o XIII. DEfiendo ese Estado laico que para mí es tan consustancial con la democracia como el sufragio universal. Ahora bien; hay una cierta izquierda que le llama laicismo a la política anticlerical o anticatólica o incluso a la política pro-atea; eso no es el laicismo, el laicismo respeta a cada cual y pide respeto. Yo respeto a todas las religiones que sean respetuosas y compatibles con la democracia y con los derechos humanos y por cierto, todas no lo son. Aquella religiones que prohíben la igualdad de derechos de las mujeres, condenan a muerte a los homosexuales o a las mujeres que se separan de sus maridos en nombre de Dios, no merecen ningún respeto por mi parte y no deben ser respetadas por ninguna democracia.
Respuesta: Defiendo un Estado laico sin ningún tipo de tibieza, aunque dicho sea de paso, no ha sido ese el motivo por el que constiuímos UPyD. La laicidad es la rigurosa separación de poderes entre la Iglesia y el Estado y mi partido en esto es radical, como no podría ser de otra manera. El laicismo es un invento de la Iglesia Católica para evitar que los príncipes nombraran a los Papas allá por el siglo XII o XIII. DEfiendo ese Estado laico que para mí es tan consustancial con la democracia como el sufragio universal. Ahora bien; hay una cierta izquierda que le llama laicismo a la política anticlerical o anticatólica o incluso a la política pro-atea; eso no es el laicismo, el laicismo respeta a cada cual y pide respeto. Yo respeto a todas las religiones que sean respetuosas y compatibles con la democracia y con los derechos humanos y por cierto, todas no lo son. Aquella religiones que prohíben la igualdad de derechos de las mujeres, condenan a muerte a los homosexuales o a las mujeres que se separan de sus maridos en nombre de Dios, no merecen ningún respeto por mi parte y no deben ser respetadas por ninguna democracia.
2 comentarios:
Me parece bastante clarificarte; pero la tradición religiosa tiene dos vertientes:
a) la cultural
b) la filosófica
Respecto de la primera hay que fijar cual es el planteamiento del estado frente a estas manifestaciones.
Me explico hasta que punto se puede permitir que te disparen tracas en la fiesta del patrón cuando se excede al límite de ruidos permitido; hasta que punto el estado puede permitir o no, que a las 3 de la mañana el imán llame por los altavoces a oración a los fieles; hasta que punto un ayuntamiento puede prohibir la semana santa porque afecta al descanso, la circulación, etc (esto ya comienza ser una realidad); entre otros.
El estado debe considerar las diferencias entre los actos religiosos entroncados en la tradición y los que no tienen tradición?
La segunda es más complicada de abordar y prefiero dejarlo para otra ocasión.
En mi opinión un estado debe ser totalmente laico, pues debe respetar todas las opciones particulares de sus ciudadanos.
En España tenemos la tradición católica y el Estado ,hasta hace poco tiempo, subvencionaba oficialmente su confesión. Debemos ser respetuosos con nuestra tradición que es la católica, que está hoy aún muy entronizada en la conciencia popular.
Publicar un comentario