sábado, 13 de febrero de 2010

La ley Omnibus, o como reducir la calidad de los servicios por Real Decreto.

Yo, me confieso, además de afiliado a UPyD (Unión progreso y democracia) soy “intervencionista” , no creo en la “mano invisible” que, decía el Sr. Smith, se encarga de formar providencial de armonizar la maquina económica sin que sea necesaria la intervención de autoridad alguna.; pero tampoco creo que el estado se deba convertir en empresario (poner televisión municipal, periódico, etc…)
Es por tanto que cuando a mediados de diciembre, el partido de Zapatero aprobó la ley ómnibus me sentí intranquilo, inquieto. Esta deriva del informe Bolkestein, que pasa a convertirse en Directiva comunitaria (2006-213-CE) y que se transpone en la Ley Omnibus, cuya traducción del latín seria “para todos”; y créanme si les digo que no dejará indiferente a nadie; pero lo cierto es que salvo la contestación de los taxistas esta ley se ha impuesto sin que zapatero tenga que atusarse su repeinado ni una sola vez.
La ley en sí, trata de dar una nueva vuelta de tuerca a la liberalización del mercado en Europa; y nuestro gobierno tan conservador para unas cosas ha sido más papista que el papa y se ha convertido en adalid de la liberalización del mercado, aplicando hasta extremos que la directiva no indica, sus preceptos liberalizadores; amen de, como suele hacer con frecuencia, “aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid” y modificar tal o cual ley, entre otras la de parques naturales, que tiene que ver a la liberalización del mercado como los huevos a las castañas pilongas.
Con lo de izquierdas que somos en este país, me ha sorprendido que tan solo los taxistas se levanten en armas contra ella y el artículo 21 de la misma, aunque lo suyo clama al cielo, en particular porque la directiva les exime de su inclusión, según reza el punto (21) de la misma, estarán excluidos “Los servicios de transporte, incluido el transporte urbano, los taxis y ambulancias” pero el gobierno de zapatero los ha incluido, seguramente por “el artículo 33”. Lo cierto es que la ley afecta a multitud de profesionales y sobre todo a los usuarios, y la única explicación que me cabe a tanta apatía ciudadana es que uno puede leer en el punto (2) de la directiva que se realiza “…Para fomentar el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo en la Unión Europea resulta esencial un mercado competitivo de servicios…”; en este sentido el ciudadano de a pie preocupado muy mucho por el suyo propio, el empleo, acepta barco como animal acuático, aunque para ello la directiva y por tanto la Omnibus, desproteja a los usuarios eliminando el conjunto de sistemas, de normas, de registros, que permitían que los servicios fueran de calidad, o cuanto menos el usuario estuviera respaldado, protegido por su administración; deja en precario los derechos adquiridos por los trabajadores, y los funcionarios dedicados al control no saben si serán inspectores de la nueva situación o se les seguirán encargando nuevas encomiendas burocraticas.
Podemos discrepar de que la ley no desprotege a los usuarios, en tanto creamos que no reduce los “niveles” de calidad, de protección, de seguridad, etc… pero lo cierto es que la norma no pretende mejorar la calidad de un servicio mediante mayores exigencias, lo hará mediante “la certificación voluntaria de las actividades o la elaboración de cartas de calidad”, así como mediante “la elaboración de códigos de conducta”; por lo que hemos pasado de la tutela de la administración en relación con la prestación del servicio a códigos voluntarios y de conducta. A esta situación se suma el hecho de que una empresa comunitaria, podrá realizar servicios en España o CCAA, si puede realizarlo en su país de origen, y España o CCAA aceptará los documentos que lo acreditan, en forma de copias (no copias compulsadas, ni originales, ni traducciones juradas). El cenit del control y mejora del servicio lo tenemos en que no es necesaria “la autorización previa” para realizar una actividad, se va a poder trabajar (dar un servicio) desde el minuto “cero” mediante dos vías, la “declaración responsable” o la “comunicación (previa/posterior)”.
De otro lado, el legislador comunitario viene a puntualizar (14) que “…La presente Directiva no afecta a las condiciones de trabajo, incluidos los períodos máximos de trabajo y períodos mínimos de descanso, la duración mínima de las vacaciones anuales retribuidas, las cuantías de salario mínimo, la salud, la seguridad y la higiene en el trabajo…” pero según la ley Omnibus, para realizar un servicio en España o CCAA, no existe obligación de establecerse en el territorio nacional, ni de obtener autorización o inscripción en registro nacional o CCAA, o tener una infraestructura a nivel nacional (oficina o similar); por lo que entiendo que los trabajadores estarán sujetos a la legislación del país de origen, en este sentido me asalta una duda, ¿se podrá dar el caso de que un trabajador español desarrolle su trabajo en España pero se le aplique la legislación laboral de Polonia , por ejemplo, al estar dado de alta allí? Lo dejo en interrogante porque el informe Bolkestein lo dejaba claro (el trabajador estará sometido a la legislación del país de origen), pero en la directiva y en la norma española no esta tan claro.
Eso sí, tendremos “ventanilla única” pero eso complicara la vida de nuestros funcionarios que antes desviaban las reclamaciones o peticiones para que los resolviese el servicio más adecuado y ahora lo tendrán que resolver según toque. A estos les viene también la disyuntiva de que los pasen a la inspección (aunque no tengo muy claro como lo harán) o a seguir moviendo papeles, ahora entre España y el resto de EEMM (estados miembros).
La ley Omnibus ha sido jaleada por los palmeros del régimen y contestada por los Taxistas, echo de menos la opinión de asociaciones de consumidores, sindicatos, de partidos políticos, de los ciudadanos, en relación con una ley que es Omnibus “para todos” pero parece no afectar a nadie, ego exspecto quod is may exsisto ”esperemos que así sea “.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy acertado su Articulo, le aplaudo porque ha sabido ver lo que la mayoría de la ciudadanía no.
Se está vertiendo mucha desinformación y dando una visión muy sesgada y partidista acerca de la labor que tradicionalmente se viene realizando desde los Colegios Profesionales.
Para intentar contrarrestar esto, los trabajadores de gran parte de los Colegios Profesionales de España hemos creado una Plataforma desde la cual intentamos hacernos oír, y a la cual remito encarecidamente: http://www.copitiva.es/phpbb/index.php
Entiendo que cualquier persona que no se quiera dejar manipular o quiera tener una opinión propia debe oir a las dos partes en conflicto; por desgracia, esto no se está produciendo en nuestro caso, nos dá la sensación que con el tema de los Taxistas han acabado las implicaciones de la "Ley Omnibus", y esto, en absoluto, es asi.
Gracias por la oportunidad de poder expresarme y saludos.

Jose L RAya dijo...

Gracias amigo Antonio José por tus palabras, que me hacen reflexionar en relación con que no incidí en este asunto que apuntas, el que la omnibus establece la no obligatoriedad de la colegiación profesional para ejercer un trabajo basado en una formación académica.
El hecho es que de un lado mi condición de colegiado de un C. profesional y de otro el hecho de que creo que aun cuando el legislador haya establecido la “no colegiación”, los colegios profesionales saldrán fortalecidos con esta ley, no porque la ley así lo establezca, sino por varias razones transversales (esta palabra cada vez sirve para más cosas, de aquí a nada en Murcia en lugar de decir “pijo” o en grana en lugar de “coño” dirán “transversal”):
La primera porque las certificaciones voluntarias o los códigos de conducta habran de ser verificados por personal cualificado.
De otro porque el tomador de un servicio quiere garantías y si las garantías son papel fotocopia y titulo en ingles, seguramente preferirá que una institución sin animo de lucro y cuyo fin es garantizar un servicio de calidad le dé la garantía, aunque sea de un colegiado nacido y criado en Wächtershach (ciudad del centro de Alemania) y que acredita un titulo alemán de la universidad de Friedgerg.
También por el hecho de que uno puede haber cursado unos estudios y por mala praxis se te suspenda de funciones, y en este sentido o la administración cambia mucho o será inviable que los tomadores del servicio verifiquen en qué situación está el Ingeniero en cuestión.
Es por tanto que creo sinceramente, que la ley no perjudica salvo en la forma a los colegios profesionales, dado que estos están muy por encima de las cuestiones que la directiva trata y que los ciudadanos españoles, también los comunitarios valoraran los servicios asociados y las garantías que ofrece la colegiación de los profesionales a los que contrata.
pd. gracias por la dirección de la asociación.

Jose L RAya dijo...

Este articulo fue publicado por la gaceta de Almeria, y recibio dos criticas que adjunto:

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Tomás Elorrieta
Curioso que siendo del mismo partido tengamos una opinión tan diametralmente distinta. Me da la impresión de que tienes prejuicios contra el liberalismo y te pediría ser mas comedido. El liberalismo en el que esta inspirado la directiva de la que hablas, que conozco muy bien, no es el liberalismo clásico del "laissez faire" individualista y manchestesteriano. De hecho es bastante intervencionista, puesto como tú dices está sometido al control nacional. No voy a extenderme pero nosotros somos los que necesitamos con más urgencia cambiar el modelo productivo y esta ley nos permite trasladar el "expertise" certificado en casa a toda la unión. Además nosotros somos los campeones en servicios de todo tipo. Quizás esa sea la oportunidad para los millones de parados en España. Dejemos de mirarnos el ombligo y dejemos de tener miedos absurdos, por favor. Pensemos en grande. Seamos los mejores. Que nuestros servicios y nuestra forma de ser se extienda y conquiste europa."

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pepito grillo

chico primero entérate sobre lo que dice tu partido: upyd es un partido liberal: El Sr. Sosa Wagner, eurodiputado por upyd opina justo lo contrario sobre la directiva Bolkestein: http://www.administracionpublica.com/content/view/730/1/ "

A lo que yo conteste lo siguiente:

"Entiendo, pero corregidme si que equivoco, que el liberalismo no es un estado absoluto, al igual que el intervencionismo; de forma que uno puede ser más o menos liberal y por ende será menos o más intervencionista. Pero gracias por preocuparte, pepito, por mi formación.
De otro lado, que dos personas pertenecientes a la misma formación política, tengan opiniones o soluciones distintas para un mismo asunto, solo indica pluralismo. Este partido no predica el sectario ni el dogmático sino la crítica racional, no se afana en la necesidad de idolatrar o sacralizar personas o ideas; esto conlleva que la opinión del Sr. Wagner puede obrar más que la de otro afiliado, pero no es más importante per se, ni todos los afiliados o comulgamos de ella o somos herejes.
De cualquier manera, soy un firme partidario del mercado único, si a eso vamos, pero desde luego no creo que deba cimentarse sobre la base de reducir las exigencias de calidad a las empresas por la declaración de “soy bueno”, creo que deben aceptarse las licencias emanadas de otros países (y que todos los países tengas requisitos similares), creo que la normativa debe ser más clara en relación con la legislación laboral que ha de aplicarse (no ya solo por la defensa de los trabajadores, también de los empresarios).
En relación con tus últimos comentarios, no quiero discutir sobre deseos, sí que me parece que hay suficientes elementos objetivos como para no esperar que esto sea la panacea para millones de parados españoles, ni tan siquiera para millones de parados comunitarios; pero los padres de la directiva así lo creen y nuestro gobierno ha ido un poco más allá en su aplicación, yo también deseo que sea positivo."