jueves, 4 de marzo de 2010

CRISIS MORAL O CRISIS ECONOMICA (1)

En 2008 fueron las 21 medidas para salir de la crisis, en el 2009 82, en el 2010 “a recaudar” vamos a tapar el agujero del déficit sin haber resuelto la crisis. Como afiliado de UPyD creo que la crisis desaparecerá cuando desde la administración se proteja a sectores económicamente estratégicos, tales como la alimentación (agricultura, ganadería, pesca, procesos transformadores alimentarios, etc..), el Ocio (turismo, creación artística, deportiva, lúdica, etc…) y el “ladrillo”; y cuando la sociedad y la política comiencen a valorar el papel del empresariado Español.

No soy economista, por eso mi ignorancia me ha permitido creer que para solucionar la crisis había que analizar la situación, exponer sus consecuencias y establecer las soluciones; también he creído que la económica precisa de materias primas, energía, mano de obra, empresarios, capital y mercado (esto no es ortodoxo, pero es que no soy economista). Fruto de mi ignorancia siempre pensé que la crisis actual venia de la falta de confianza, que había puesto en peligro al capital y sin capital no hay mercado, sin este quebraba el empresario y con él a la mano de obra asociada a la empresa, y las materias primas y la energía “en el árbol".

Por tanto, lo primero que habría que hacer era regenerar la confianza perdida; fruto de mi ignorancia propuse en marzo del 2009 varias medidas para generar confianza, estas medidas fueron publicadas en http://unidosparaelprogreso.blogspot.com/ (allí lo podéis leer), aunque fue un rotundo fracaso pues hasta ahora que el ejecutivo contempla que se pague a 60 días a las Pymes; propuesta que vagamente se parece a lo que era una de las mías, no tuve ni criticas.

Desde entonces nuestro gobierno, no sabemos si con economistas o sin ellos, pensó en otras soluciones y durante el 2008, intento solucionar la crisis aplicando las 21 medidas; que salvando las medidas cosméticas, desde mi punto de vista querían solucionar el problema del capital y el mercado (financiación bancos, plan vive, liberalización de mercados, etc…), esperando con ello que se reactivase la economía, todo con cargo al déficit, pero la economía no respondió. En el 2009 nuestro gobierno lo intenta con el plan E, 82 medidas (si 21 nos parecieron pocas, ahora 82) en cuatro ejes, aunque en la web del plan podían verse cinco familias / empresas / empleo /financiero / modernización de la economía, todas ellas con cargo al déficit, pero tampoco han funcionado. Así que para el 2010 nos queda la lucha contra el fraude fiscal y laboral, y la economía sostenible (aunque no cuente, porque es mas a medio o larguísimo plazo) y la economía sumergible, perdón sumergida; bueno, también pedirle a la oposición que aporte sus medidas, todo ello aderezado con la reforma del mercado laboral, por definir, la reforma de las pensiones, por definir, y otras indefiniciones todas ellas para subsanar el déficit que las 21 y las 82 medidas anticrisis, han generado; ah y el pago, sin definir, a las Pymes a 60 días. Mientras tanto Mariano da formulas de salida de la crisis que no puede o no sabe aplicar en las comunidades en las que gobierna; y pretende equiparar la crisis de materias primas del 92, con la crisis de confianza en el sistema financiero que nos envuelve y revuelve.

Bueno como no hemos generado confianza, y dado que ya no tenemos dinero para “dar palos de ciego” que no hay mas ciego que el que no quiere ver; deberíamos concentrar nuestros pocos recursos en los sectores de productividad neta (que generen divisas a nuestra economía, que generen empleo y que tengan muchos niveles interconectados), yo encuentro tres sectores que cumplen estas condiciones, la alimentación (agricultura, ganadería, pesca, procesos transformadores alimentarios, etc..), el Ocio (turismo, creación artística, deportiva, lúdica, etc…) y el “ladrillo”.

Para que estos sectores sean motor de la recuperación económica y con ella del empleo y la riqueza, hay que protegerlos con normas que aumenten sus valores añadidos y no sean ninguneados en el mercado global; valorar cuáles son sus mayores necesidades y hacer que estas no sean un gravamen para su competitividad en el mercado global; y modificar nuestras normas para que se adapten al mercado, el mercado es cada día mas rápido y nuestra estructura socio-política más compleja lenta y obtusa.

Como afiliados de Unión Progreso y Democracia, hemos aportado públicamente soluciones o reflexiones sobre las posibles actuaciones en pro de reducir los efectos de la crisis, es posible encontrarlos en el blogs “unidos para el progreso” o en la Gaceta de Almeria, o en Teleprensa a los que damos las gracias por recoger nuestras opiniones.

En “Manifiesto por la coexistencia de la Hortofruticultura Europea” publicado por la Gaceta de Almeria, Carolina aporta actuaciones para conseguir que la horticultura de Almeria sea contributiva al Producto Nacional sin utilizar el proteccionismo para conseguirlo; hemos establecido criterios para generar confianza; cuando los poderes mediáticos y nuestro gobierno incluida la oposición, “negaban” contra la construcción, los afiliados a UPyD hemos establecido criterios y modificaciones para que este sector productivo no dejase de ser lo que es, lo que tiene que ser para la economía española, ahora reconocido por el gobierno.

Pero todas estas propuestas, análisis, actuaciones no son nada si no se hace “propósito de enmienda” y se valora política y socialmente a nuestro empresariado; por mi actividad profesional tengo una gran cantidad de relaciones con pequeños y medianos empresarios y puedo asegurarles que están cansados desde hace mucho tiempo pero quizá intensificado en las últimas décadas, de que desde la sociedad y la política (la administración) se les trate de “gilipollas” o de “ladrónes”, de “tontos” o de “explotadores”, de “inútiles” o de “mafiosos”, de “estafadores” o de “defraudadores”…

La sociedad ataca a los empresarios, si hay un accidente inmediatamente consideramos que el empresario lo ha hecho trabajar a destajo o que no le ha suministrado ni arnés ni casco; cuando la realidad puede ser que el trabajador se quitó el arnés porque le molestaba, o que durante el almuerzo se tomo un litro de cerveza fresquita, o que fruto de la nueva ley sobre la edad de jubilación el trabajador tenía 60 años y con esos años nadie se debería subir a un andamio.

Desde la administración se les somete a todo tipo de controles y requerimientos; una tienda de chucherías de mi barrio recibió el año pasado 12 visitas de inspección, junto a ella se instalo una frutería en la que se vendía de todo incluidas chacinas, aceitunas, arenques, etc…., ambas puerta con puerta, esta segunda nunca recibió visita alguna de nuestra administración. Nuestros taxistas han visto como nuestro gobierno les ha aplicado la directiva bolkensteincast aun sin ser necesario; los colegios profesionales tuvieron que ver como una de las medidas del gobierno era “modernización de los colegios profesionales y se reforzará la protección de los consumidores”, las sociedades de regantes que se han regido con éxito por normas centenarias, ven como el gobierno quiere intervenir su gestión mediante la ley de aguas.

Si, sin duda es una crisis económica lo que estamos pasando, pero si no solventamos la crisis moral que atenaza a España, si no somos capaces de dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios, difícilmente podremos salir de ella, salvo que la socialicemos (que es la última línea argumental de nuestro Gobierno) pero entonces quizá ya sepamos que es peor, si el Cesar o Dios.

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