domingo, 6 de junio de 2010

LA PROTECCIÓN DEL M.A. COMO UN ACTO EGOISTA DEL SER HUMANO

Siempre vemos a los ecologistas, defensores altruistas que ofrecen su tiempo y dedicación a salvar el mundo o la totalidad de las especies del planeta frente a una orda de especuladores, industriales, empresarios, agricultores, etc… que pretenden destruirl;, pero si analizamos fríamente los datos, en realidad la defensa del planeta es una aptitud muy egoista y por tanto su destrucción pasa por ser ineptos totales.

Hace pocas semanas leia en un diario económico que la economía mundial depende en un 40% de la naturaleza, y diría que me parece poco, las actividades agrícolas, pesqueras, ganaderas, la mayor parte del ocio, la construcción, la producción de energía, etc… depende de la naturaleza.

Estos usos en el medio ambiente puede afectar a la vida de multitud de especies, por lo que minimizar el impacto de las actividades humanas sobre las especies es fundamental (y si la actividad es fundamental, negarla entra dentro de lo demencial); el impacto de una actividad humana puede producir la perdida de una especie, que a primera vista pudiera no tener consecuencias salvo para los ecologistas que están siempre con esto; pero lo cierto es que el fondo monetario internacional, que no pasa por ecologista afirma que la perdida de especies supone pérdidas económicas cifradas en 50.000 millones de euros; para España la perdida anual de bosques está cifrada entre 1.600 y 4.000 millones de euros.

La perdida de especies se hace tangible para el ser humano y la actividad económica cuando conocemos casos como el de la empresa Pharmamar que han patentado 1.400 principios activos de origen marino, lo que constituye unos de sus principales activos; o si tenemos en cuenta que su fármaco estrella el Yondelis (empleado inicialmente para el tratamiento del cáncer de útero, pero del que no se descartan tratamientos para otros cáncer) esta obtenido de un organismo del fondo marino.

En otro orden de cosas, las grandes compañías multinacionales ven en la mejora de su imagen pública un elemento importante de diferenciación, de calidad, de mejora de las ventas y del precio y se han lanzado a la defensa de la naturaleza como activo de marca, asi la multinacional lacoste ha subscrito la iniciativa “sabe your logo” (iniciativa auspiciada por el fondo mundial para el medio ambiente, la unión internacional para la conservación y el banco mundial) y ha destinado 150.000 euros para censar el cocodrilo del Orinoco y 500.000 para los próximos tres años.

Vemos pues que el ecologismo entendido como la afirmación contralada de la actividad humana en el medio ambiente es un valor en alza al que todos estamos irremediablemente suscritos.

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