LOS SOCIALISTAS DE NUESTRAS ANTIPODAS.

Hace unos días recibí en mi correo un extracto del discurso de Kevin Rudd, Primer Ministro de Australia, en relación con los inmigrantes en aquel país y en particular sobre los musulmanes islamistas; no entro a saber si es real o no el discurso y tampoco a reproducirlo, porque me parece sacado de contexto y en frases cortas se puede muy bien mal interpretar y mal intencionar; pero si tenemos en cuenta que este señor ha sido el primero que ha pedido públicas disculpas a los aborígenes existentes en relación con los abusos cometidos por la población inmigrante de Australia, pues me parece que no debe ser un xenófobo o fascista como he oído le han tildado en base al texto que circula en internet.
Yo que tampoco me considero ni xenofogo ni racista (pero si alguno ve estas cuestiones en mi, tendré muy a bien oír sus motivos), pues entiendo que hay cierta razón (definida como el conjunto de argumentos que avalan una tesis) en sus palabras y que como militante de UPyD me gustaría analizar.
Parto de dos principios básicos:
1)Que las sociedades pueden ser aconfesionales o laicas; España es un país en cuya constitución se reconoce como laico, y el sentido de la Europa que estamos construyendo con el tratado de Lisboa también.
2)Que las sociedades no pueden ser aculturales. La cultura según la Real Academia de la lengua significa entre otras “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.” Es por tanto que es consustancial con una sociedad dada. Las sociedades tienen una cultura que “se ha ido desarrollando durante… siglos de luchas, tribulaciones y victorias por parte de millones de hombres y mujeres “
España es “nuestro país, nuestra patria y estas son nuestras costumbres y estilo de vida” así lo avalan nuestra constitución y gracias a ella gozamos de una pluralidad legal y cultural envidiable y nadie se debería sentir discriminado si siendo andaluz vive en Cataluña o si siendo valenciano vive en Extremadura; y además, históricamente ha sido así, basta desempolvar cualquier libro de texto para encontrar vascos que murieron defendiendo un ideal que ellos entendían como España y catalanes que vinieron a Sevilla a crear la feria de ganado celebrada en Abril, y valencianos que trajeron sus naranjos a las vegas del Guadalquivir y con ellas sus costumbres y hasta sus dejes. Aquí nadie se puede sentir extraño si no quiere, porque hemos sido conquistadores y conquistados tantas veces que hasta en los mas recónditos valles cantábricos se venera la paella y la tortilla; en el norte y en el sur se realizan corridas o encierros y a poco que cierres los ojos el sonido Txistu y el tamboril te puede llevar a la virgen del rocío en un santiamen; aunque la filosofía de los nacionalismos excluyentes quieran encontrar diferencias irreconciliables para justificar su causa política y hasta para justificar la sangre derramada.
Este país tiene unas leyes que todo aquel que venga debe acatar, en España no se puede realizar la ablación, ni se permite papel preponderante del hombre frente a la mujer, ni que una menor deje de ir al colegio tras tener la regla, ni el escarnio público de la mujer desflorada en su noche de bodas, la lapidación, ni tantas y tantas cosas que en muchos países pueden ser normales. Y aunque nunca vi proceso judicial alguno por encontrar en un paritorio a una mujer con sus órganos extirpados, ni que la ley de violencia de género contemple la sumisión que ciertas culturas hacen del papel de la mujer, ni denuncias por falta de asistencia a clase de niñas ya en la pubertad, ni otras cuestiones; seria signo de salud cultural que estas y otras cuestiones que son ilegales de forma genérica se concretasen y materializasen en normas específicas, y que el ministerio fiscal tan animado a mandar cartas a sus fiscales indicando la orientación de su actividad, lo hiciera en este sentido. Pero no podemos ni debemos cambiar nuestras leyes para que otras culturas se sientan a gusto en España, y mucho menos utilizar la discriminación positiva en estos temas, si algún inmigrante "no está contento aquí, entonces debe irse. Nosotros no le obligamos a venir. Así que ya es hora de que acepten el país que les ha acogido”.
En nuestras antípodas, como aquí, La comunidad, después de los españoles mas importante es la de los musulmanes; éstos no creo se sientan discriminados por celebrar la fiesta del cordero o sus comidas o bailes tradicionales, o cualquiera de sus manifestaciones culturales, entiendo que al igual que los chinos, los senegaleses o los liberianos, con las propias; es más me consta de que las autoridades municipales participan y colaboran en estas tradiciones de sus convecinos. Pero aquellos musulmanes que quieran vivir bajo la ley Islámica Sharia, no pueden hacerlo en España, muchos de los preceptos recogidos por esta ley religiosa, que han de cumplir sus seguidores son contrarios a las leyes españolas y por tanto el que un cargo electo diga que “ha dado todo su apoyo a las agencias de contrainteligencia australianas para que espíen las mezquitas que hay en la nación”, solo puedo entenderlo desde este ámbito, en la medida que desde una institución, en este caso eclesiástica, no si inste a sus seguidores a cometer delitos, aunque sea en nombre de Dios; y en igual manera si desde los pulpitos cristianos se instase a realizar prácticas contrarias a la ley o que generen violencia estaría de acuerdo con que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado vigilasen dichas actividades sea la parroquia de Santo Tomas o la de San Diego.
En relación con el idioma el primer ministro decía algo que podría decirse en clave española asi, “… aquí hablamos principalmente Español, no hablamos Libanés, Árabe, Chino, Japonés, Ruso o cualquier otro idioma. De modo que si un inmigrante quiere formar parte de nuestra sociedad, debe aprender nuestro idioma." Y así como en muchas CCAA se han desarrollado leyes conocidas como “de normalización lingüística” por la que los habitantes además del castellano, su idioma de nacimiento, aprenden el de la comunidad autónoma en la que residen, los inmigrantes han de aprender el castellano y ser capaces de expresarse en él; es importante que desde la administración a los inmigrantes se les ayude colocando traductores en los hospitales o en los tribunales o en el ayuntamiento, pero no podemos permitir que unos conciudadanos se automarginen por no conocer el idioma del país en el que residen.; al igual que no podemos permitir que la administración no formen (además del idioma, las leyes, las costumbres e incluso la historia), si o si, a estos conciudadanos nuestros.
La sociedad española es laica, pero culturalmente nuestras tradiciones nuestra forma de vida está estrechamente entroncada con la religión católica, en Galicia tenemos Cruceiros en multitud de caminos, en Almeria la bandera tiene una cruz en el centro, las farmacias están representadas por una cruz y los hospitales; en muchas de nuestras manifestaciones culturales aparece la cruz y la filosofía judeo-cristiana y Sunita explica gran parte de nuestra historia y nuestra existencia; por tanto todo aquel que se sienta herido discriminado dañado por la presencia de la Cruz o nuestra forma de vida fruto de nuestra filosofía existencial, debería pensarse que “este no es el sitio donde debe vivir”.
Pd. Los entrecomillados son traducción libre del discurso del Sr. Kevin