domingo, 11 de abril de 2010

Relaciones líquidas

Relaciones líquidas






Hoy en día las relaciones se llevan de una forma muy liviana en cuanto a los compromisos, nos da cierta libertad para conocer y en su caso si no nos apetece, romper la relación sin ningún tipo de ataduras emocionales; son relaciones de "bolsillo", se utilizan cuando se necesitan, y se tiran cuando se han usado.Pero ese tipo de relación lleva también a una cierta incertidumbre puesto que nunca sabemos a donde nos a va a llevar, esta forma de relacionarnos en determinados momentos nos puede producir ansiedad .Las relaciones un tiempo atrás, sabías muy bien lo que te iba a encontrar, no había muchas sorpresas;tenías un plan de ruta: trabajo, matrimonio más o menos estable, hijos....Todo se vivía con cierta cotidianeidad, pero al mismo tiempo , la falta de libertad podía producír que la relación se pudiera romper al no tener un espacio propio, y sentirte atado.

Interpreto que la solución pudiera ser ir de viaje ligero de equipaje, pero con una hoja de ruta mas o menos determinada;ya que el apego sin sentido crea una dependencia emocional nociva, y este tipo de relaciones siempre llevan al sufrimiento a una de las dos partes.

Cada vez podemos relacionarnos con más gente por las comunicaciones virtuales, sin embargo lo que tenemos más cercano se desvanece como un azucarillo en agua.La consecuencia es la creación de guetos en función de nuestro intereses y nuestro estatus, ya no participamos en la vida del barrio , en la vida de nuestra ciudad;creamos a nuestra medida nuestro circulos de influencia.Habitamos en urbanizaciones con medidas de seguridad para que lo extraño y diferente no rompa nuestro territorio emocional y cultural.


En las relaciones laborales más de lo mismo.Creamos nuestra burbuja y no dejamos entrar aquellos que no son dignos de nuestras sapiencia,solo buscamos la defensa de los derechos adquiridos:estatus, dinero u otras dádivas dadas no por capacidad, sino por seguir las normas establecidas.Igual que en las relaciones sociales evitamos conocer la realidad de otros compañeros aún siendo componentes del mismo nivel.Es obvio que es un síntoma de la egoísmo en su máximo exponente, recordando a Sartre donde el hombre es el centro del universo y todo depende de él.

De la misma manera somo artesanos de nuestra propia religión.Los dogmas los adaptamos a nuestro intereses, en definitiva a lo que es más fácil de cumplir, aquello que no causa que dejemos nuestra aparente y plácida vida.Cogemos de aquí y de allá, lo que más se adapta a nuestra forma de entender las cosas.Y de la noche a la mañana emulamos a los creadores de las religiones antiguas.Ya la fraternidad universal evocada por las corrientes cristianas y marxistas, se ha trasladado al grupo que hemos escogido para compartir nuestras cosas.

Es evidente que en nuestro sistema educativo algo ha fallado.La cacareada socialización ha creado individuos donde el ejercicio mirarse el ombligo ha sido una fijación obligada, aún a sabiendas de saber que esta técnica personalista a largo plazo nos llevara a ninguna parte.
Creo que en la escuelas debería existir una asignatura de las emociones, dónde nos enseñaran a compartir , a ser elementos activos del grupo , a mirar el bien común.Se nos sigue enseñando como en el inicio de los tiempos:a ser un depredador, a ganar a costa del otro.

Es tiempo de reflexionar y pensar que el el hombre por si mismo nos es nada, ni nadie.Y si las cosas que hace no están enfocadas hacia los demás no merece la penas hacerlas.


1 comentario:

Leticia corro dijo...

Las escuelas estatales dictan la materia Construcción Ciudadana cuyo objetivo es crear una conciencia y motiva el ejercicio de la ciudadanía con muy buenos resultados. Los alumnos exponen las necesidades que tiene la escuela, las del barrio y elaboran proyectos que se elevan a organismos de participación del municipio, foros, forman compañías de teatro y comunican lo que piensan.
Leticia SB 27